En 2013, después de que WikiLeaks revelara que la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos había intervenido el teléfono de Dilma Rousseff, entonces presidenta de Brasil, Joe Biden llamó para disculparse. Un año después, el vicepresidente estadounidense fue a Brasil para un partido de fútbol de la Copa del Mundo con un regalo: documentos desclasificados que arrojan luz sobre los abusos de la dictadura militar brasileña de 1964-85. La propia Sra. Rousseff había sido torturada.
Rousseff llamó a Biden "un vicepresidente seductor". Otros líderes latinoamericanos lo encontraron menos encantador. Otto Pérez Molina, expresidente de Guatemala, se lamenta el día en que cedió ante la presión suya para prolongar la vida de cicig, una agencia de lucha contra la corrupción sin respaldo. Expresó este pesar en 2015 desde una prisión militar, donde esperaba juicio por cargos de corrupción. CICIG proporcionó las pruebas.
Como vicepresidente de Barack Obama, Biden fue el principal emisario para América Latina, y en los primeros días de la campaña presidencial de Estados Unidos dejó en claro que quería centrar más la atención en la política latinoamericana.
Sobre todo, los expertos esperan que adopte un enfoque más cooperativo que Donald Trump: "Estará mucho más involucrado en la prosperidad de la región y su capacidad para enfrentar desafíos que van desde el crimen organizado hasta los desastres naturales", escribe Michael Camilleri de The Dialogue, un Grupo de expertos con sede en Washington.
Además de México, la atención se centrará en el llamado "Triángulo del Norte" de la región, que comprende Guatemala, El Salvador y Honduras. Esto implica varios desafíos políticos, según Harold Trinkunas de la Universidad de Stanford. "El gobierno de Guatemala ha hecho callar a la comisión anticorrupción CICIG respaldada por la ONU, el gobierno de El Salvador está actuando de forma cada vez más autoritaria y el presidente de Honduras está supuestamente relacionado con el narcotráfico internacional", dijo.
La situación en México tampoco será un paseo por el parque. El enfoque de no confrontación del presidente Andrés Manuel López Obrador para lidiar con los cárteles de la droga, cuyos excesos de violencia han obligado a innumerables mexicanos a huir de sus hogares por temor a perder la vida, ha sido todo menos exitoso, según Shannon O'Neil del Council on Foreign Relations, en una entrevista de podcast con la revista estadounidense America's Quarterly. Además de esto, una nueva ley en México también dificulta que los dos países trabajen juntos en temas de seguridad, dice.
Según Trinkunas, el gobierno de Estados Unidos está interesado en dos cosas: "Existe una sensación generalizada de que América Latina sigue siendo un socio comercial importante. Además, la preocupación de que una crisis de salud prolongada en el sur pueda llevar a más personas al norte podría influir". aquí."
Chuck Call, experto en América Latina de la American University en Washington, DC, agregó que también está el asunto de la rivalidad de la influencia de Washington con China y Rusia, ya que ambos países están ofreciendo proporcionar vacunas a la región.
¿Qué puede Biden hacer con Venezuela?
La desesperación, la delincuencia generalizada y los actos terroristas de las milicias armadas leales al gobierno han obligado a millones de personas a huir de Venezuela. Aunque la mayoría de los solicitantes de asilo buscan refugio en países vecinos, los efectos aún se sienten en Estados Unidos. Y luego está el tráfico de drogas en la región andina, que Estados Unidos cree que usa a Venezuela como un país de tránsito hacia el norte con el apoyo directo del gobierno allí.
Biden, al igual que los líderes de otros países occidentales, espera que la democracia se restablezca en Venezuela. La única pregunta que muchos se hacen es, ¿cómo? Durante la administración de George W. Bush, Washington impuso sanciones a los miembros del gobierno del presidente Hugo Chávez por su participación en el tráfico internacional de drogas. Se emitieron sanciones adicionales durante la administración Obama por abusos contra los derechos humanos. Y la administración Trump emitió más sanciones contra la compañía petrolera estatal del país, PdVSA.
Biden y la normalización de las relaciones con Cuba
Muchos observadores se mostraron optimistas sobre los esfuerzos realizados durante la administración Obama para mejorar las relaciones con Cuba. Sin embargo, no todos los cubanos que viven en el exilio en Florida les dieron la bienvenida, y la mayoría de ellos votaron por Trump en las últimas elecciones, parece que estaban interesados en actos militares y no en abrir una embajada.
Trump se apresuró a hacer retroceder el reloj en las relaciones normales con Cuba cuando asumió el cargo en 2017 y, recientemente, antes de dejar el cargo, se aseguró de regresar a Cuba a la lista de países que apoyan oficialmente el terrorismo.
Con información de DW, The economist
