El “Tigre Azul” del Licey será uno de los clubes más perjudicados por la pandemia del Covid-19 en el campeonato 2020-21. Cuando el bengalés retorne de la cuarentena sus pasos serán lentos y su swing estará fuera de enfoque por aquello de que perdió la forma ya que no habrá tenido secuencias de partidos para que los jugadores estén en tiempo.
El doctor Domingo Pichardo se encamina a formar parte de un grupo de presidentes del Licey que no lograron ponerle una corona al felino.
Las intensas lluvias que han caído en noviembre han obligado a cancelar varios partidos y es que el “cambio climático” nos está dando en la diana.
Los científicos afirman que las pandemias tienen que venir de vez en cuando. Hace cien años tuvo el mundo la anterior, la llamada Peste o Gripe Española. Lo malo es que en un siglo no pudimos, o no quisimos, prepararnos para ser inmunizados. Fíjate, ahora es cuando se trabaja en la posible vacuna, que si llega, será para fines del año que viene.
El primer sótano ocupado por el Licey ocurrió en 1959-60, un año después de haber conquistado su primera corona en la Época de las Luces (1958-59) donde la cortó la racha de tres coronas seguidas al león rojo del Escogido. En ese campeonato, el felino lo comenzó dirigiendo Norman Laker, siendo sustituido por Joe Schultz. La presidencia azul estaba en las manos de don Cuso García, el Juan Hubieres de esa época y vecino nuestro en la calle Azua.
A partir de 1966-67 hasta 1968-69, el Licey permaneció durante tres campeonatos en la última posición. En 1966-67, con récord de 23-35 bajo la tutela de Tom Spencer y Roy Shore. En 1967-68 con idéntico registro de 23-35 quedaron a 11 juegos del primer puesto, donde comenzó a dirigir Manuel Mota y terminó Hal Smith. En 1966-67 y 1967-68 la presidencia de los Tigres estuvo a cargo del cronista deportivo Johnny Naranjo.
El cuarto sótano fue en la campaña de 1968-69 donde el conjunto cerró con un pobre registro de 19-31, siendo el piloto Don Hoak.
Y en ese campeonato de 1968-69 la presidencia la ocupó don Miguel Hernández, uno de los 112 dominicanos que pelearon con la tropa estadounidense en la Segunda Guerra Mundial. La quinta ocasión fue en 1978-79, donde Álvaro Arvelo sufrió hasta más no poder con los desaciertos de John McNamara como mánager. El presidente fue Monchín Pichardo. En 1981-82, los seguidores del metileno no la quieren recordar, el equipo ganó 16 y perdió 44, quedando a 21 juegos del primer lugar, teniendo como presidente a Monchín Pichardo. Comenzó al frente del conjunto Roberto Díaz y terminó Mota.
En 1984-85 fue otra temporada de lamentos, comenzó de mánager Casey Parsons, lo sustituyó Bonny Castillo, lo siguió Elvio Jiménez y terminó Juan Espino. El presidente era Monchín Pichardo.
El felino quedó sepultado en el último puesto en el 2000-01 con récord de 17-31, piloteado por Manuel Mota. El presidente era Miguel Heded Azar.
