Fruto de la agitación geopolítica (Ucrania-Rusia, China-EE. UU.), la subsiguiente crisis energética mundial y la pérdida de estabilidad macroeconómica han hecho casi inevitable una recesión mundial. Con la economía mundial enfrentando enormes dificultades. El informe de perspectivas económicas globales del Banco Mundial dijo que las medidas antiinflacionarias fueron más duras de lo previsto, los precios de la energía persistentemente altos y los bloqueos continuos en China habían llevado a una perspectiva mucho más débil para este año de lo que se esperaba. Casi todos los países avanzados y casi el 70% de los países emergentes y en desarrollo han visto recortadas sus previsiones de crecimiento, pero eso no significa que no existen oportunidades. Desde la década de 1930 no se habían producido dos recesiones mundiales en la misma década, los efectos crean un mercado retador obligando a tomar decisiones rápidas ajustándose a la realidad del entorno financiero y económico.
A continuación, discutimos algunas medidas que pueden tomar las empresas financieras:
· Primera medida: Si bien el posicionamiento es defensivo a medida que ingresamos en 2023, mantenemos una mentalidad de crecimiento y esperamos pivotar a medida que se desarrolla una secuencia de oportunidades potenciales. Las iniciativas que ofrecen las Fintech y la reducción de costos asociados a la digitalización es una inversión inteligente. Del mismo modo, favorecemos las acciones más defensivas, incluidas las que aumentan los dividendos. Para los inversionistas con capital suficiente, los mercados de capitales y las estrategias alternativas también ofrecen oportunidades potenciales para poner a trabajar el efectivo. A medida que las tasas de interés alcanzan su punto máximo, esperamos cambiar primero a acciones de calidad y crecimiento en industrias no cíclicas; ya que las cíclicas se recuperarán más adelante. Una metodología de asignación estratégica de activos apunta a rendimientos anualizados a 10 años del 10 % documentos públicos, 7 % para renta fija global y 2,0 % para efectivo.
· Segunda medida: El aumento de las tasas y la volatilidad de los mercados inquietaron a los inversionistas en 2022. El nuevo entorno de tasas más altas crea oportunidades potenciales para buscar ingresos en todas las clases de activos. Las difíciles condiciones del mercado en 2022 aumentaron la tentación de quedarse con un exceso de efectivo, pero eso es una estrategia arriesgada, que casi siempre conduce a perder valor en el tiempo. Creemos que la agitación de 2022 ha creado oportunidades más viables para poner a trabajar el efectivo en la compra a mejores precios de activos que se encuentran apalancados mejorando los balances de los bancos.
· Tercera medida: Como primer paso hacia la creación de carteras para el próximo año y más allá, los inversionistas deben evaluar su posicionamiento actual, algunos se irán a la tesorería de forma más agresiva, otros ingresaran en mercados como la venta de seguros y las inversiones en bajar los costos ya sea cambiando la tecnología con la que operan (como la entrada de los servicios de pedidos de comida) haciendo avances de tecnología o bajando las contrataciones de personal.
La expectativa global es que las tasas de interés alcancen su punto máximo y que la inflación disminuya con el tiempo. Las posibilidades de búsqueda de rentabilidad no incluyen estrategias de mercado monetario no garantizado.
Pero no todo es malo, la profundización de mercados locales, el mejoramiento de la propuesta de negocios para las PYMES, el control del gasto, el uso inteligente de los productos especiales como ferias y la transición a la utilización de los canales digitales ofrecen oportunidades para los bancos en el 2023.
Angel Lockward Cruz
