Para muchos es interesante analizar el milagro de la vida, ver cómo se inicia la vida misma, desde la fecundación hasta el momento de la inevitable despedida del vientre para afrontar la cotidianidad. Sobre “la vida “ es mucho lo que podemos detallar: el proceso fisiológico, la formación del bebé de manera integral, la responsabilidad de la madre durante embarazo , en fin, muchas aristas. De tal suerte que, en la actualidad los tópicos varian sobre la maternidad y este milagro que día a día aprovechamos.
La vida ha sido descrita como un soplo, como el conjunto de cosas qué hacemos en nuestro caminar. Del mismo modo, la vida en si misma, que tiene una vía natural para manifestarse, El vientre de la madre. En estas fechas recordamos el ejemplo de María al tomar la decisión de ser madre, contra viento y marea, venciendo las barreras lanzadas por una sociedad muy cerrada y tradicionalista. La vida en si misma no viene definida con indicadores de resultado no obstante, abraza una serie de opciones que se van habilitando a medida que vamos recorriendo en este milagro.
Hay quienes valoran el milagro de la vida como un resultado divino, revestido de un alto contenido religioso que se concretiza con un ser humano que pone de lado sus anhelos del momento para prepararse para ser la vía idónea para ese nuevo ser que se encuentra en gestación. Si me pregutaran diría que el milagro inicial es el de adquirir vida, formarse, más, el milagro de la vida lo recibimos con cada nuevo día, en cada amanecer, en cada peldaño que alcanzamos. Ese es el verdadero sentido, el milagro que yo mismo me genero cuando afronto las situaciones y voy más alla de mis circunstancias, aplicando perseverancia. Este es un buen día para dar gracias porque tuvimos el canal adecuado para obtener este milagro y porque día a día lo aprovechamos al máximo.
Diomandy Castillo
