“La creatividad requiere tener el valor de desprenderse de las certezas”
Erick Fromm
Las crisis y el mundo cambiante en el que vivimos nos llevan a reflexionar sobre nuestra práctica docente y lo que necesitamos fomentar como competencias en nuestros estudiantes. Una de ellas, la creatividad, se ha convertido en una habilidad que podríamos decir es un prerrequisito para que cada persona pueda desarrollar y expresar su potencial, así como alcanzar el éxito.
Es así como tenemos este día, reconocido desde el año 2018, como el Día Mundial de la Creatividad y la Innovación, con el objetivo de promover el pensamiento creativo multidisciplinar que nos pueda ayudar a conseguir el futuro sostenible que queremos.
Howard Gardner, psicólogo y educador estadounidense, define a las personas creativas como aquellas que tienen la capacidad de resolver problemas, diseñar nuevos productos y hacer preguntas o cuestionar situaciones comunes. Para contribuir a la búsqueda de herramientas que fomenten la creatividad y el pensamiento innovador en niños, niñas y adolescentes, te compartimos a continuación algunos aspectos a tomar en cuenta:
Asignaciones significativas. El desarrollo de esta habilidad lucirá de una manera distinta para cada estudiante. Por esto, es importante asignar tareas y proyectos que permitan a cada estudiante explorar a partir de sus intereses, fomentando también el compromiso con su desarrollo.
La creatividad es transversal. El desarrollo de la creatividad no es exclusivo de un área curricular. Por ejemplo, áreas como ciencias y matemáticas pueden integrar actividades que inviten a explorar y usar el pensamiento creativo y así fomentar una mejor comprensión y apropiación de los contenidos.
Enfatizar el proceso. Es importante crear rúbricas de evaluación para establecer objetivos claros que permitan al estudiante trabajar de manera independiente. Esto le permitirá disfrutar del proceso de crear o idear, resultando también en un mayor compromiso con el resultado final.
Retroalimentación oportuna. Ofrecer a los estudiantes retroalimentación sobre sus asignaciones y proyectos, y a la vez permitirles tener espacio y tiempo para procesar e incorporar la retroalimentación, los invita a encontrar nuevas formas de pensar, fomentando así el pensamiento creativo.
Valorar la creatividad. Aprovechar y celebrar los momentos en que los estudiantes encuentran soluciones novedosas a las preguntas y los problemas es muy importante. Para esto, es necesario que los estudiantes sientan que el aula es un espacio seguro donde pueden ser creativos, sin temor a equivocarse. Busca espacios para motivarlos a pensar fuera de la caja.
La creatividad es la habilidad que impulsa y da forma a nuestro futuro. Todos nacemos con el potencial de desarrollar esta competencia. Comencemos a pensar de manera distinta e innovemos en nuestro accionar, para ayudar así a nuestros estudiantes a ver las muchas posibilidades que se encuentran detrás del pensamiento creativo.
Lic. Johanna Ubiera
