El diminuto y poderoso jefe de la cofradía de pandillas G-9, Jimmy Chérisier, alias “Barbecue”, condicionó ayer el desbloqueo de la terminal de combustible Varreux a una amnistía para sus miembros, cancelación de las órdenes de búsqueda y captura, y espacio para un representante suyo en el gobierno.
Ante esta desafiante propuesta, el gobierno respondió seguido con un rotundo “no” al líder pandillero, dejando clara sudeterminación de no negociar con grupos criminales.
La reacción oficial del régimen llegó a través del ministro de Planificación y Cooperación Externa, Ricard Pierre.
“El gobierno se niega a negociar con las pandillas”, dijo escuetamente Pierre, según recogen medios de prensa capitalinos.
El cambio de enfoque de “Barbecue”, que había jurado permanecer en las instalaciones si Ariel Henry no dimitía a su cargo, se produce pocos días después de revelarse presuntos contactos con el titular de Defensa, Enold Joseph.
Ante esto, el ministro, cuyas empresas fueron objeto de ataques e incendios durante una ola de disturbios desde inicios de esta semana, negó luego haber tratado con el cabecilla del grupo de bandas.
