
Netflix al fin ha estrenado la segunda temporada de 'Los Bridgerton'. 15 meses hemos tenido que esperar desde el arrollador debut de la serie para saber cómo continúa la historia de esta familia de aristócratas. En la primera entrega tocó centrarse en Daphne (Phoebe Dynevor) y ahora es el turno de Anthony (Jonathan Bailey), el hermano mayor.
Ahora toca hacer una valoración de ella en su conjunto, donde quizá lo más llamativo es que ha aumentado las dosis de diversión a costa de reducir la presencia del sexo en el relato, algo que quizá decepcione a algunos de sus seguidores, pero yo creo que le ha sentado de fábula.
El gran problema al que podría enfrentarse una serie como 'Los Bridgerton' es volverse repetitiva. Tengo claro que sería suficiente para cierto sector del público, pero una de las claves de la primera temporada era la frescura que tenía, por lo que una mera repetición de la fórmula sería un error. Y sí, soy consciente de que hubo tiranteces en la relación entre Daphne y Simon (Regé-Jean Page) antes de llegar al final feliz, pero la cosa es muy diferente en el caso de Anthony y Kate (Simone Ashley), el baile de debutante no es suficiente y las familias, así como las sociedades son dinámicas.
Aquí el conflicto surge de la personalidad de sus dos protagonistas, con él obsesionado en mantener la buena reputación de la familia Bridgerton y ella mucho más preocupada por el bienestar de su hermanastra. Eso es algo que el equipo de guionistas liderado por Chris Van Dusen maneja con brillo, sabiendo cómo llevar al límite la paciencia del público sin que el visionado de los episodios resulte frustrante -ahí se sitúa muy bien en el límite de que estemos pensando todo el rato "que tontos son" por actuar así, pero sigamos queriendo ver qué va a pasar hasta que lleguen al obvio punto de destino-.
La primera temporada de 'Los Bridgerton' ya era buena con su frescura, los chismes y el romance entre sus personajes principales, pero la segunda es mejor, siendo el paso adelante necesario para situarse entre las mejores series originales de Netflix. Eso sí, en el caso de que no disfrutases con su antecesora, no esperes un cambio milagroso, ya sigue siendo la misma serie, pero corrigiendo algunos aspectos que no funcionaban del todo bien y con un enfoque diferente para el romance sobre el que soporta la historia.
Angel Lockward Cruz