El Covid 19 no provocó fallecidos, pero sí una extensa secuela de figuras claves fuera del roster y lesionados que convirtieron la campaña 2020-21 en todo un dolor de cabeza para los Tigres del Licey.
Unos 18 jugadores fueron diagnosticados como positivos al virus, la segunda mayor cantidad entre los seis conjuntos, otros se ausentaron por lesiones, incluso hasta enfermedades de parientes sacaron del escenario a integrantes de un club que la pandemia golpeó con tanta severidad que en un momento hasta tuvieron escasez de coaches.
Tan rápido como luego del tercer partido del torneo comenzó la epidemia a atacar con severidad al Licey, equipo que permaneció casi dos semanas sin ni siquiera entrenar y la química que habían logrado en los entrenamientos comenzó a desvanecerse, con salidas prolongadas de miembros con gran importancia en el combinado.
“Nunca tuvimos juntos en la alineación ni siquiera a seis peloteros de los que por meses entendimos que eran los nueve hombres que cada día saldrían al terreno, esto fue catastrófico para nosotros”, dijo ayer Junior Noboa, gerente de operaciones del Licey sobre la descalificación de este conjunto, en la ocasión 11 que llegan en el último puesto, el cual se produce por primera vez desde el campeonato 2012-2013.
Peloteros vitales como los hermanos, Emilio y Jorge Bonifacio, Luis Barrera, Anderson Tejeda, César Valdez, Jairo Asencio, Dawel Lugo, Sandy León, Michael de la Cruz, Welington Castillo entre otros estuvieron mucho tiempo ausente del club, algunos de ellos permanecieron hasta cinco semanas inactivos.
Por ejemplo, Barrera programado para desempeñar uno de los jardines de los Tigres, apenas pudo jugar 11 partidos, El dueto de Bonifacio, dos jugadores determinantes actuaron en solo 17 choques cada uno , poquito más del 50 por ciento, Tejeda, quien este año debuto con Texas y jonroneo en su primer choque con los azules, el Covid 19 lo limitó a nueve juegos, De la Cruz, una sensación para el Licey el año pasado, solo actuó en seis, Castillo, receptor solo accionó en 12, a Valdez el virus lo limitó a apenas 1.0 entrada y Asencio fue atrapado en el momento en que el equipo más lo necesitaba. Casos como los de Tejeda (Texas), De La Cruz (D-Backs) y Barrera (Oakland), luego que tras cinco semanas superaron el Covid 19, entonces sus franquicias de Grandes Ligas los sometió a un protocolo especial, que indicaba que tenían que limitarse a accionar en partidos alternos. Lo mismo pasó con Valdez y los Orioles, que tras su positivo al virus, en los partidos finales fue que le dieron el visto bueno para que lanzará.
El monticulista azul solo actuó en un episodio.
“Esto fue tan trágico para nosotros, que en un momento nos vimos con un solo receptor, Yermín Mercedes, y hasta llamé por teléfonos a varios de los equipos para que nos prestaran un cátcher, de esos que casi no reciben juegos para tenerlos como retaguardia por si pasaba algo ”, agregó Noboa, sobre las embestidas que atacó al Licey.
