Todos queremos ser esos padres exitosos, capaces de amar, cuidar y enseñar lo que es correcto, dignos de admirar por su ardua labor, esos que han criado hijos que dignifican a su familia, a su país y a Dios.
Porqué resulta a veces tan cuesta arriba dar la talla?
¿Cómo lograrlo, que pasos dar, por donde iniciar?
Para ser verdaderamente buenos padres se debe tener primordialmente en cuenta tres elementos; la salud emocional, física y mental nuestra.
Es normal que al fijarnos el objetivo de ser padres en el bien de nuestros hijos pero ese bien depende totalmente de nuestro propio bienestar en todo el sentido de la palabra.
Es normal que un padre/madre desde que tiene un bebe en brazos se preocupe por la salud, alimentación, provisión y necesidades de su hij@. Obviamente estas cosas nunca dejaran de ser importantes, pero en realidad, aunque parezca difícil de entender están en segundo plano en la lisa de cosas prioritarias para el éxito en la crianza, desarrollo y crecimiento de lo que más aman en el mundo; el fruto de su vientre.
¿Cómo establecer parámetros de salud en casa ante la llegada de un hijo?
Es muy importante que un padre o madre reconozca antes que nada como puede ofrecer salud a este nuevo ser.
1-El primer paso es autoevaluar en qué estado está su propia mente, su alma; su voluntad, sus pensamientos y emociones. Luego observar y determinar cuáles son sus debilidades, sus áreas de error, sus incongruencias, defectos, manias, herencias generacionales y demás.
2-El segundo paso luego después de reconocer el o las áreas en las que tiene dificultad es determinante y estará estableciendo las pautas para mejorar y perfeccionar el arte de la paternidad/maternidad, siendo así y sólo así que al tomar la acción de iniciar la jornada para trabajar en pro de la mejora de esas carencias que se logrará llegar al tercer paso; educarse para el cambio.
3- La psicoeducación; esta incluye ayuda terapéutica, espiritual, emocional (red de apoyo), para el empoderamiento en las áreas que se ha propuesto mejorar hasta obtener el dominio.
Cuándo una persona encargada de criar también entiende que es encargada de emular (ser el ejemplo) de lo que informa, educa, transmite y desea obtener en el proceso de crianza, logrará que la educación ofrecida no sólo llegue sino que sume los puntos para que ésta logre una alta taza de aceptación, pues ningún niño se resiste a hacer aquello que sus padres (los seres que más ama) le ejemplifican, y por consiguiente obtendrán en el proceso una inversión en la que ambos se beneficiarán, es decir una expansión en crecimiento de doble vía que sumará a la relación amor, confianza, firmeza, congruencia, honestidad y libertad.
Ninguna satisfacción hay en informar y educar a los hijos sobre aquello que el mismo padre/madre no puede aplicar, pero cuándo un hijo sabe y ha comprobado los beneficios de hacer lo bueno a través del reflejo que producen en vida sus progenitores instruirle en su camino se vuelve una labor mucho más sencilla.
No menosprecies tú cómo padre/madre la idea de mejorar en tu propio crecimiento, invierte tiempo en ti, en educarte, en mejorar esas áreas que sabes que aún no dominas en tu propia vida y sobre todo en amarte, para que seas un modelo a seguir en todo tiempo, no te pongas siempre en último lugar, la seguridad emocional que disfrutes tendrá un mayor impacto en el alumno, hijo, empleado, amigo o familiar que te rodea. Al lograr trabajar y mejorar todo aquello que te es difícil aplicar podrás estar más tranquilo, descansarás sabiendo que tú legado será transcendental aun cuándo tú no hables, aun cuándo no estés en control, o no puedas estar tan cerca, aun cuándo hayas partido de esta tierra, tu legado de amor, transformación y esfuerzo te seguirá logrando transmitirse por generaciones.
Lic. Johanna Ubiera
Psicóloga
salud mentalJohanna Ubiera
