No sería una aventura muy temeraria de nuestra parte, decir que el Covid-19, ha sido el mayor desestabilizador del sistema global de nuestra era; un evento de una magnitud absolutamente desconocida por nuestra generación, una pandemia propia de los libros de historia.
Ha tenido la particularidad de ser el causante de una “parada de revisión obligatoria” a nivel global, ha hecho que se recientan todas las economías del mundo, grandes y pequeñas.
Ha desnudado las debilidades de todos los sistemas de salud a nivel mundial; en fin, ha tenido una gran influencia negativa en todos los aspectos sociales y de desarrollo de la vida, como era conocida antes del Covid-19.
Pocos han estado ajenos a estas situaciones, muchos hemos vivido muy de cerca la crisis, con familiares y amigos contagiados, gente entrañable a los que incluso hemos visto como el coronavirus se los ha llevado entre sus garras.
Sin embargo, hemos tomado la decisión de hacer una diferencia en los saludos y publicaciones que hacemos por las redes sociales habituales. Hemos querido hacerle ver a nuestros familiares y amigos, incluidos los que han sido afectados por el Covid-19, que la vida sigue y que la vida y en su diario devenir, nos da otra oportunidad, otra manera de ver las cosas que nos rodean.
Es por eso que tomamos la decisión de que cada día, en la mañana y/o en la tarde, nuestro saludo iría acompañado de una fotografía de nuestro entorno, tomada por nosotros para ese momento en particular, con algún mensaje de aliento y siempre con la petición de que respetemos la cuarentena y nos quedemos en casa.
Por eso cada día, desde el inicio de la cuarentena hemos enviado a manera de saludo diario a nuestros allegados, una foto de una flor, un atardecer, un amanecer, algún paisaje de nuestro entorno, un detalle de la casa o del patio, una foto de Polo, nuestra mascota; en fin, el reflejo de algo cotidiano, algo de nuestro entorno inmediato, solo para cambiar el curso de los mensajes mayoritarios de las redes, que se refieren básicamente a los mayúsculos problemas que nos ha traído el Covid- 19.
Es nuestra intención llevar algún aliento o esperanza a todos los seres queridos, en fin, a todos los allegados. Por eso, con este “desahogo” anímico, hemos podido ayudar a levantar el ánimo de muchos de estos, especialmente a nuestros “pacientes”, que nos han pedido que no deje de enviarles “la foto y el mensaje del día”.
No somos ni indiferentes, ni insensibles a la situación que está viviendo, no solo nuestro pueblo, sino de toda la humanidad, pero no somos médico, ni entendido en la materia de salud para ser un “paramédico” y poder brindar un servicio directo a los afectados. Estas muestras de estos momentos, que son instantes de nuestras vidas, pretenden ser nuestro aporte.
De alguna manera, estas publicaciones nos han hecho sentir bien y nos hemos animado a seguir publicándolas, a solicitud de quienes las reciben, porque entre otras cosas, nos han dicho que a través de las fotos y algunos detalles que les enviamos, han visto con más detenimiento su entorno y también han replicado el ejercicio de tomar fotos de detalles y situaciones de su día a día, que anteriormente no lo notaban; aunque teniéndolo siempre cerca, no le encontraban ningún atractivo.
El Covid -19, es una realidad, es una terrible realidad, nos ha cambiado la vida por completo, en lo inmediato nos has puesto con la cabeza para abajo y los pies para arriba; nos ha mantenido separados socialmente por necesidad, pero la verdad es que tenemos que seguir viviendo después de Él, y debemos mantener el espíritu vivo, con algunos sentimientos de vida que nos permitan prepararnos para el reinicio de la vida, porque esto tiene que pasar…. Y pasara.
Pero, mientras pasa, por favor, ¡quedémonos en casa..!
Arq. Denis Lockward
