Una compañera de trabajo me dice que tiene que llevar a la niña al colegio, ir al gimnasio en la tarde, luego de trabajar de 8 o 10 horas y es posible que se junte con una vieja amiga que cumpleaños y solo es miércoles ¿Cómo lo hace?
La historia de mi amiga es sintomática de un desequilibrio profundamente arraigado en la sociedad que la pandemia ha puesto de relieve y exacerbado. Por múltiples razones, las mujeres, en particular las madres, tienen aún más probabilidades que los hombres de manejar un conjunto de responsabilidades más complejo a diario, una combinación a menudo impredecible de tareas domésticas no remuneradas y trabajo profesional remunerado.
Aunque la tensión mental de dominar este acto de equilibrio ha sido evidente durante décadas, Covid-19 ha arrojado una luz particularmente dura sobre el problema. Las estadísticas muestran que el estrés y el agotamiento están afectando a más mujeres que a hombres y, en particular, mucho más a las madres trabajadoras. Esto podría tener múltiples impactos para el mundo laboral pospandémico, por lo que es importante que tanto las empresas como la sociedad en general encuentren formas de reducir este desequilibrio.
Los datos recientes que analizan específicamente el agotamiento en las mujeres son preocupantes. Según una encuesta de LinkedIn a casi 5,000 estadounidenses, el 74% de las mujeres dijeron que estaban muy o algo estresadas por razones relacionadas con el trabajo, en comparación con solo el 61% de los encuestados masculinos empleados.
Un análisis separado de la consultora sobre cultura del lugar de trabajo, Great Place to Work y la empresa emergente de atención médica Maven, encontró que las madres con un empleo remunerado tienen un 23% más de probabilidades de sufrir agotamiento que los padres conel mismo empleo. Se estima que 2,35 millones de madres trabajadoras en Estados Unidos han sufrido agotamiento desde el inicio de la pandemia, específicamente "debido a demandas desiguales en el hogar y el trabajo", mostró el análisis. ¿Cuándo fue la ultima vez que viste a un hombre fregando al final de la tarde? Posiblemente en una película noruega en Netflix.
Los expertos generalmente están de acuerdo en que no hay una sola razón por la que las mujeres se agoten en el trabajo, pero reconocen ampliamente que la forma en que las estructuras sociales y las normas de género se cruzan juega un papel importante. Las desigualdades en el lugar de trabajo, por ejemplo, están indisolublemente ligadas a los roles habituales de género. También viene la tendencia de asumir mas de lo posible, ya sea por presión interna o externa de ser ¨perfecta¨ ante los ojos de los demás (incluir selfie chulos en Instagram)
En los EE. UU., Las mujeres todavía ganan un promedio de aproximadamente 82 centavos por cada dólar ganado por un hombre, y la brecha en muchos países de Europa es similar. Además, muchas mujeres piensan que muchos de sus compañeros masculinos ganan más que ella, algo que le causa una gran cantidad de estrés.
Las investigaciones vinculan los ingresos más bajos con niveles más altos de estrés y una peor salud mental en general. Pero varios estudios también han demostrado más específicamente que las incidencias de agotamiento entre las mujeres son mayores debido a las diferencias en las condiciones laborales y al impacto del género en la progresión natural, es normal que sientan que la cuesta al éxito siempre será más empinada.
En 2018, investigadores de la Universidad de Montreal publicaron un estudio que siguió a 2,026 trabajadores en el transcurso de cuatro años. Los académicos concluyeron que las mujeres eran más vulnerables al agotamiento que los hombres porque las mujeres tenían menos probabilidades de ser promovidas que los hombres y, por lo tanto, más probabilidades de estar en puestos con menos autoridad, lo que puede generar un mayor estrés y frustración. Los investigadores también encontraron que las mujeres eran más propensas a encabezar familias monoparentales, experimentar tensiones relacionadas con los niños, invertir tiempo en tareas domésticas y tener una autoestima más baja, todas las cosas que pueden exacerbar el agotamiento.
En septiembre del año pasado, justo cuando la pandemia estaba ganando ritmo, más de 860,000 mujeres abandonaron la fuerza laboral estadounidense, en comparación con poco más de 200,000 hombres. Según una estimación, el número de madres que dejaron la fuerza laboral estadounidense entre febrero y septiembre del año pasado fue de 900,000 y el número de padres de solo 300,000.
A medida que las mujeres perdieron sus vitales sociales cruciales durante el encierro, que pueden haber sido salidas emocionales y físicas para el estrés, está claro que la abrupta avalancha de responsabilidades domésticas adicionales empujó a muchos que ya estaban ocupados haciendo malabarismos entre el hogar y la vida laboral más de lo que podían llegar.
"¿Cuál es el costo?"
Una de las mayores preocupaciones que albergan los expertos en el lugar de trabajo es que la mala salud mental de las mujeres en el lugar de trabajo podría disuadir a las generaciones futuras de establecer metas profesionales ambiciosas, especialmente si quieren formar una familia.
“Las mujeres tienen una tendencia más fuerte hacia ciertas emociones, como la culpa. Por lo tanto, es más probable que las mujeres sientan la responsabilidad de ser todo para todo el mundo”, dice la Dra. Laura Gallaher, psicóloga organizacional y fundadora de Gallaher Edge. “En un patriarcado, las mujeres se ven afectadas de manera desproporcionada debido a los roles de género estereotipados, los prejuicios y la discriminación. En tiempos difíciles, como en los que estamos ahora, el miedo aumenta y la gente recurre a atajos cognitivos como los estereotipos sociales.
Así que la próxima vez que un hombre opine sobre el manejo del tiempo de una madre profesional en un hogar monoparental, que se ponga primero a fregar, limpiar, arreglar, hacer tareas, cocinar y mantener alguna forma de vida social. No es tan fácil ahora, ¿verdad?
Angel Lockward Cruz
Con información de BBC Worklife, Work Benefit, LinkedIn
