Dawel Lugo llegó goloso al plato en el cierre de la novena entrada y halló la sabrosa comida que buscaba. El ligamayorista de los Tigres de Detroit rastrilló un sencillo remolcador de dos carreras con dos fuera y los sacos llenos a la hora de recoger los bates dando a los Tigres del Licey una dramática victoria 3-2 sobre los Gigantes del Cibao la noche del jueves en el Estadio Quisqueya-Juan Marichal.
“Fui al plato pensando en traer las carreras, buscando un buen lanzamiento para batear y tratar de hacer un buen contacto. Gracias a Dios que lo conseguí”, dijo. “Yo sigo trabajando en concentrarme en la zona de strike”.
El batazo de Lugo por el medio del campo, contra el relevista Ramón Ramírez, siguió a un ponche de Emilio Bonifacio con corredores en las esquinas y una transferencia trabajada por Sergio Alcántara. Remolcó a Michael de León y Yoel Yanqui.
“Me ha llamado mucho la atención lo que he visto de Lugo,” comentó el dirigente Luis Sojo después del partido. “Es de esos jugadores que se hacen grandes en los momentos claves. Usted quiere tener a esos peloteros para esas situaciones. Es bueno tenerlo del lado nuestro”.
Sojo, quien dirigió por primera vez desde que fue apartado por medidas sanitarias el 17 de noviembre, resaltó el nivel de resiliencia de su equipo.
“Nunca bajamos la cabeza en la mala racha que tuvimos”, dijo Sojo. “Ahora hemos ganado 3 de 4 y ese es el Licey que queremos, bateando oportuno y lanzando bien”.
El piloto venezolano hizo énfasis en la labor de sus lanzadores durante todo lo que va de temporada y a la buena defensa exhibida.
“Siempre he creído que el buen pitcheo y la buena defensa te van a dar la oportunidad de ganar juegos”, dijo. “El bateo va mejorando y hoy se nos dieron las cosas. El equipo reaccionó después de dejar las bases llenas en el octavo. Nunca bajamos el ánimo en la cueva”.
