Quizás nunca antes te habías detenido a valorar el significado de la palabra ¨honestidad¨, a ver sus dimensiones y su alcance. Comúnmente se dice que una persona es honesta cuando de manera constante o permanente busca lo correcto, lo honrado y lo justo. De manera más puntual, podemos decir que una persona honesta es aquella que tiene un valor humano, que guarda respeto por sí mismo y por sus semejantes.
El vocablo honestidad proveniente del latín ¨honestitas¨, es un principio moral, que conlleva a una acción puramente voluntaria, una tendencia a siempre hacer el bien. La honestidad es un valor de gran relevancia para alcanzar el verdadero sentido de la vida humana, porque con ella inspiramos y ganamos la confianza de los demás. En todas sus acepciones, la palabra honestidad nos lleva a pensar en el valor humano, la honradez y la veracidad.
¿Cuántas veces te has detenido a valorar la honestidad en los demás? Probablemente pocas veces, ¿Cuántas veces has reconocido el valor de ser honestos? Si te detienes a hacerte estas preguntas probablemente descubras respuestas que te sorprendan. Los valores no son algo que se encuentre ¨de moda¨, la dinámica de nuestro día a día nos envuelve en el ahora y nos aparta de esa parte reflexiva que motiva a ver las cosas de manera diferente. Es preciso valorar en los demás las cosas buenas que hacen, como lo es el ser honesto, sobre todo en los casos en los cuales lo que tienen para decir no nos agrade o hiera.
Por otra parte, ¿Te detienes a revisar si estas siendo honesto contigo mismo? Ante todo la honestidad inicia con ser sinceros con nosotros mismos. La integridad con la cual nos hablamos a nosotros mismos y la probidad con la cual realizamos cada acto de nuestras vidas nos genera tranquilidad, nos dota de transparencia y nos reviste de honradez ante los demás. Siempre he escuchado que los individuos en sociedad solo requieren de ser serios, haciendo referencia a la honestidad que se espera de las personas.
Esta reflexión nos lleva a concluir que este valor humano nos abre las puertas a una mejor convivencia y a modelar una conducta intachable ante el ojo crítico de la sociedad. Trabaja cada día en tu mejor versión, la obra es perfectible, camina por la vida sin exigir, brinda lo mejor de ti genuinamente, siendo honesto en primer lugar con la persona más importante en tu vida, tú mismo.
Diomandy Castillo
