Me molestan los motoristas suicidas que entran cuando el lado ciego. Me molestan los que dicen que no le molestaba la cuarentena. Me molestan los autodenominados policías de distanciamiento social, aunque no tanto como me enfurecen los beligerantes que decían que el COVID era una ¨gripecita¨, Hoy tenía el día libre, pero encontré mil cosas que afectaban mi buen humor aun cuando por primera vez en muchísimo tiempo tenía unas horas libres. En las llamadas de Zoom con amigos, comparar fuentes recientes de irritación se ha convertido en un ritual ¿Qué te daña el día? De seguro tendrás un millón de razones. Y nos obliga a preguntarnos ¿Por qué estamos molestos todo el tiempo?
Ya sea que esté ansioso en un grado clínico, diagnosticable o simplemente en una proporción saludable con respecto a la angustiosa realidad cotidiana de vivir en un estancamiento económico, la preocupación constante garantiza que lo dejará con los nervios de punta. La forma en que se presentará esa mayor sensación de excitación nerviosa puede variar según quién sea usted, sus circunstancias o qué día de la semana sea. Pero si ha notado que su estado de ánimo ha dado un giro reciente a la ira, puede estar seguro de que no está solo…. Y no tiene que ver con los resultados en el torno de beisbol nacional.
La “reactividad” emocional es un buen indicador del sentido de equilibrio existencial de una persona. Y la irritabilidad, en particular, es un sello característico de la mente ansiosa, o sea que no es del todo malo…. Pero la pregunta es ¿por qué tu cerebro está constantemente buscando pelea?
Puede parecer extraño que la ansiedad nos ponga tan malhumorados, pero hay una razón por la que "luchar" es parte de la reacción de lucha/huida/paralización. Desde un punto de vista neuropsicológico, generalmente se acepta que cuando las personas reaccionan reflexivamente a un factor estresante percibido de una manera que está fuera de proporción con cualquier amenaza física directa, las regiones subcorticales y límbicas "primitivas" del cerebro están haciendo el trabajo pesado de procesar ese factor estresante, sin mucha ayuda de la corteza prefrontal más sofisticada evolutivamente, en pocas palabras ¨chipeas¨ mientras te ajustan al elemento que te afecta. En respuesta a esta excitación nerviosa intensificada, también conocida como ansiedad, el cerebro desencadena respuestas emocionales, como la ira o la irritabilidad.
¿Así que ese monstruo malhumorado volteando mesas en mi cerebro cuando veo otra barra de masa madre en Instagram en realidad está tratando de... calmarme? Sí, experimentar la ansiedad como ira o irritabilidad es una estrategia que usa nuestro cerebro para manejar la angustia. Para bien o para mal, culpamos o nos enfocamos en los defectos percibidos de los demás como una forma de calmarnos. Esto parece sensato si no hablamos de las Águilas Cibaeñas o esos motoristas que suben los elevados sin casco-
Cómo calmar la irritación
Pero ¿cómo controlar esa reacción juiciosa alimentada por la ansiedad? La solución más obvia es trabajar para abordar su ansiedad de frente.
Podemos mitigar la ansiedad de los tiempos inciertos trabajando para aceptar lo desconocido, aunque no es exactamente el fuerte de nuestro peculiar cerebro Homosapien. Los psicólogos recomiendan una combinación de respiración profunda y atención plena para calmar su sistema nervioso y ponerlo a tierra en el momento presente (evita la música urbana)
Luego están todas las demás cosas: Siente tus sentimientos, duerme tanto como puedas y haz ejercicio, come bien, bebe agua. Recuerde que el alcohol y otras sustancias que alteran el estado de ánimo pueden hacerte más vulnerable a los altibajos emocionales. Y date un respiro de los horrores de las noticias de hoy, el mundo sigue funcionando sin leer sobre todos los homicidios y actos violentos que ocurren día a día, si eres particularmente sensible… evita las redes sociales.
También puedes hacer un punto de practicar la bondad en lugar de atacar. Si te das cuenta de que estás a punto de morder a alguien, respira hondo y considera una alternativa más productiva (no hay cárcel de 5 estrellas en República Dominicana). Habla con alguien en quien confíes sobre lo que tienes en mente, incluso si es algo tan básico como: “Hoy estoy muy molesto por todo y me está desanimando un poco”.
Y tenga en cuenta que un duende malvado igualmente destructivo también está arrasando los cerebros de otros, por lo que es posible que no estén en su mejor momento más amable y tolerante. Antes de reaccionar: escucha. No intentes tener la razón todo el tiempo. Dale a la gente el beneficio de la duda. Podría ayudarlos a ambos; Los estudios muestran que actuar con compasión puede tener un efecto directo y positivo en la autoimagen, las relaciones con los demás y el bienestar psicológico.
Date un poco de holgura, también. Se te permite sentirte raro en este momento de gran tensión, y entender que este estrés no solo ocurre, sino es hijo de las decisiones que en nuestro día a día hemos tomado, entenderlo puede ayudar. Te sentirás mejor cuando dejes de alimentar a tu monstruo interior.
Angel Lockward Cruz
